viernes, 30 de julio de 2010

¿El Fin?

Pues si, Finalmente lo decidí... Se acabó...

La verdad es que luego de algunos días de meditar acerca de esto decidí que lo mejor era dejar este espacio por la paz, por varios motivos:

1.- Ya no siento que pueda usar este espacio para su objetivo original pues debido a varios motivos este blog dejó de cumplir muchos objetivos y simplemente perdió mi interés.

2.- Dado que he estado arrancando muchos proyectos nuevos e iniciado una nueva etapa en mi vida simplemente ya no tengo el tiempo de hablar acerca de cuestiones escatológicas que se venían planteando desde el inicio de este espacio.

3.- Como dije en el post anterior no pienso hablar más de mi vida en este espacio, pues aquello dejó de ser catártico.

4.- Con las 3 razones anteriores debería ser suficiente ¿No?.

A pesar de todo lo anterior decidí no borrar el blog pues debo reconocer que tiene varias entradas buenas que algunos de ustedes decidieron seguir y además me trae, en general, buenos recuerdos. Por ello he decidido que el blog quedará tal y como está hasta ahora para quizá retomarlo en un futuro. No lo sé con certeza.

Quisiera agradecerle a todos aquellos que tuvieron algo que ver con el blog:

A la mujer robot. Pues tu recuerdo sigue muy presente en mi mente y me acompañará por siempre, viví demasiadas cosas buenas contigo y son justo esas las que hoy me hacen recordarte con una sonrisa.

A quienes me motivaron a abrirlo aquella tarde de Calimochos en un bar que ya ni existe, me quedan fotos de aquel día y un recuerdo bien vívido en la memoria para recordarlos sin importar que las 4 personas sentadas en aquel lugar acabamos tomando caminos muy diferentes.

A Gil: Gracias por el apoyo a lo largo de todo el blog pues a pesar de que hubo momentos en que ambos estuvimos demasiado ocupados nunca olvidamos realmente este espacio.

A los que retroalimentaron la causa: Biquie, Andrés, Vila, George, Denicé, Crónicas de una Mujer de 30, Allizzia y por supuesto al Ninja Peruano, a quién además considero un invaluable amigo.

En general a todos los que le dieron una oportunidad a este espacio. A TODOS USTEDES GRACIAS DE CORAZÓN.

Es raro dejar este espacio, sobretodo porque realmente pasé buenos momentos haciéndolo, sin importar si tuvo éxito o no aprendí varias cosas en el proceso lo cual me deja sumamente satisfecho, además el saber que mis palabras influenciaron a algunos de ustedes me resulta una satisfacción aún más grande.

Por esta razón los invito a leer desde el primer post para que sepan cómo surgió esta idea, cómo fue evolucionando y cómo llegó a su tentativo fin.

Les agradezco enormemente el tiempo que se hayan tomado en leerme y/o comentarme, me voy con una sonrisa.

Los quiero a todos, mucha suerte :-)

domingo, 18 de abril de 2010

Traigo un Desorden de Sueño

¡Estoy harto!

Desde que cambió el horario no he logrado conciliar el sueño antes de la 1 am ni me he podido levantar antes de las 9:30 am. No entiendo qué carajo pasa, es la primera vez que me cuesta tanto trabajo adaptarme al nuevo horario...

Además, recientemente mis sueños se han caracterizado por ser algo así como una “antesala de pesadilla” donde vivo situaciones ligeramente incómodas o ansiosas en las que toda conversación carece de sentido. Diariamente me despierto pensando solo una cosa: "Mi mente trabaja de forma extraña".

Le atribuyo un poco de la culpa a numerosas situaciones raras que han acontecido últimamente...

Habiendo tocado el tema de los sucesos recientes debo admitir que les debo una disculpa por el abandono del blog, los pongo un poco al tanto:

Puedo decir que Marzo fue un mes realmente bueno, la suerte estuvo siempre de mi lado y a pesar de algunos bemoles mis proyectos van bien.

He tenido múltiples días raros, varias situaciones extrañas, algunas donde hablé de más, otras donde hablé de menos, éxitos, fracasos, reencuentros, frustraciones, agradecimientos no verbales y cambios de página.

Y es así como les digo que no hablaré más de mi vida personal en este espacio.

No tengo idea en qué se convertirá el blog puesto que ya llevaba un rato haciéndolo mi journal pero decidí que dicha etapa llegó a su fin.

Hay un pinche mosco zumbando en mi cuarto...

Sin más por el momento y hasta que decida lo que será de este espacio les dejo una foto reciente



Dicen que me he vuelto multi-task...

jueves, 25 de febrero de 2010

Estoy Cansado

Desde que comenzó el año he estado sumamente ocupado con un montón de proyectos en lo que me comprometí, en un principio creí que eran demasiadas cosas y que probablemente no las iba a aguantar pero supuse que llegaría a acostumbrarme a mi nuevo estilo de vida.

Si bien no me he rendido, varias veces he estado a punto de tirar la toalla.

Un día normal va como sigue:

- Mi despertador suena a las 6:30 de la mañana todos los días para indicarme que es hora de ir a trabajar. Luego de 5 a 10 minutos de negarme a salir de la cama finalmente me meto a la regadera. Nada como el agua fría para despertar por la mañana.

- Le entro a las finanzas alrededor de las 8:00 am que es una hora antes de lo que debería estar llegando, el llegar temprano no resulta demasiado productivo pues a nivel mundial las transacciones financieras inician a las 8:30 am por lo que cuando arribo a mi cubículo generalmente estoy solo en todo el piso. A veces me dan ganas de poner “I Feel Good” de James Brown a todo volumen y bailar de manera ridícula por todo el lugar aprovechando lo resbaladizo del amplio pasillo de duela, pero es imposible saber a qué hora llegarán mis jefes por lo que el constante temor de que alguien me atrape en el acto me ha contenido.

- Apenas tengo tiempo para terminar mis actividades rutinarias, pues tan pronto llega cualquiera de mis 4 superiores comienzan a dejarme trabajo como si no hubiera un mañana. Hay días pesados y días ligeros aunque la mayoría de los encargos resultan bastante demandantes.

- 15 minutos antes de retirarme alguno de estos 4 individuos (o los 4 en el peor de los casos) me deja una tarea de último minuto que me llevará por lo menos media hora realizar con lo cual mi hora de abandonar el inmueble se retrasa de 15 a 30 minutos.

- Lo anterior no me molestaría de no ser por el hecho de que tengo el tiempo más que medido para llegar a mi primera clase del día, el tráfico y las constantes manifestaciones en reforma son un obstáculo adicional para llegar a tiempo por lo que habitualmente llego 30 minutos tarde a mi primera clase, el record de retraso han sido 1 hora con 50 minutos para una clase de 2 horas.

- Esa clase por cierto resulta aburridísima y poco ilustrativa por lo que mi actitud hacia dicha materia no ha sido la más apropiada, el problema con esto es que la materia se desarrolla en equipo y por desgracia algunos de los miembros de mi equipo se toman la materia muy en serio, quizá demasiado en serio para lo que es.

-He discutido un par de veces con dichos miembros de mi equipo acerca de la relevancia de la clase, procuro dar argumentos razonables para llegar a un acuerdo y así evitar que la situación acabe en mentadas de madre desgastantes para mí y para los otros miembros no-intensos del equipo. Hasta el momento las cosas van bien a pesar de las diferencias.

* Como nota adicional me he vuelto mucho más directo y menos tolerante a casi cualquier situación con la que no esté de acuerdo, no estoy seguro de qué tan bueno sea pero me siento particularmente orgulloso de esto.

- Una vez terminadas mis clases me dirijo a trabajar en mi tesis al laboratorio de biotecnología. Situación que, al igual que mi trabajo en finanzas, ha sido controversial entre mis colegas de Ingeniería Química. A pesar de todo me impuse este nuevo reto por varios motivos entre los cuales están el armar un impresionante curriculum, aprender tanto como el tiempo me lo permita y en menor grado liberarme un poco del ambiente de ingeniería que ya me tenia moderadamente harto.

- Mi trabajo en el laboratorio termina alrededor de las 9 de la noche, llego a mi casa alrededor de las 9:45, ceno algo y hago tarea para el día siguiente.

- Exhausto me voy acostando a la 1 de la mañana para repetir el proceso al día siguiente.

Cualquiera creería que luzco terriblemente ojeroso y demacrado pero en realidad me siento bastante contento con mi nuevo estilo de vida, pues a pesar de que ha sido muy agotador he aprendido muchas cosas nuevas y voy ganando nuevas amistades en el proceso.

Por si lo anterior fuera poco me he esforzado por mejorar mi técnica en la guitarra y voy puliendo mis habilidades de edición de audio y video, todo esto sin abandonar mi retomado gusto por leer.

Tengo aún muchos nuevos proyectos para este año, pero va siendo difícil mantenerlos pues también hay cierta situación familiar que nos ha mantenido preocupados.

Postearé algo mas Ad hoc con el blog próximamente, por ahora necesito dormir…

domingo, 14 de febrero de 2010

Hoy me estrené esta playera



Me pareció un día adecuado para usarla :P

Perdón por el abandono, he estado muy ocupado.

Postearé cuando me dé la gana, que no será pronto pues mis energías están concentradas en otros proyectos.

Sean Felices :-D

jueves, 31 de diciembre de 2009

A punto de terminar 2009

Desde principios de este año me mentalicé que al terminarlo escribiría una larga reflexión acerca de lo bueno y lo malo que me trajo 2009. Ya a finales de enero me había dado cuenta que este año no sería fácil, pero ahora que escribo esto me cuesta trabajo creer la cantidad de cosas que pasaron este año y lo realmente difícil que ha sido para mí terminarlo.

Este año ni siquiera lo empecé en México. A pesar de que 2008 lo cerramos con la peor crisis económica en 10 años puedo dar gracias de que la estabilidad económica de mi familia no se vio amenazada y nuestra calidad de vida no desmereció a lo largo del año a pesar de las circunstancias. Esto fue probablemente el aspecto más positivo de este año a nivel de mi familia.

El año 2009 lo recibí en San Antonio TX, la verdad no soy fanático de la mayor parte de la cultura gringa y puedo decir que hasta cierto punto odio a los gabachos, pero por azares del destino en esta ocasión las vacaciones familiares acabaron ahí. No hay mucho que decir acerca de ello, con el aumento del dólar el típico atractivo de Texas se vio enormemente demeritado, al grado de que las “compras de oportunidad” se limitaron a una wafflera y unas pocas prendas de descuento.

De la cena de año nuevo lo único digno de destacar fue la evidente frialdad de la mayoría de las familias americanas. Mientras en mi mesa brindábamos por el año que acababa de nacer tomándonos fotos que solo podrían describirse como “Gooei”, los gringos de las mesas aledañas, que difícilmente compartieron más de 3 frases en toda la noche, nos observaban con una mezcla de ternura y tristeza para luego continuar con la crema de nuez que comían con desgano.

A pesar de que me sentí feliz de tener una familia unida, no pude evitar sentirme mal por iniciar el año entre tantas personas cuyas miradas delataban su escaso vínculo familiar y evidente incomodidad por la situación. Recuerdo muy bien el sentimiento de vacio con el que empecé 2009 debido a aquellas miradas tristes de familias que quizá no debieron ser.

El semestre inició y yo comencé con una mayor apatía que la usual, en ese momento ya ni siquiera me emocionaba volver a ver a mis amigos de la facultad o aprender cosas nuevas. Estaba iniciando, sin darme cuenta, el periodo de depresión más fuerte que he tenido en mi vida.

Llegó el 14 de febrero, día en el que jamás he creído y muy pocas veces he realmente disfrutado. Esta ocasión me esforcé por encontrarle un significado, tal vez era una nueva oportunidad para mejorar las cosas y resolver los problemas de los que no podía o no quería darme cuenta. Por primera vez me aventuré a cocinar un pastel para esa persona especial, pastel que estuvo aderezado por una incipiente depresión que comenzaba a hacerse evidente en mis ojeras.

Situaciones extrañas siguieron a eso, nada parecía llevarnos a ninguna parte, los débiles intentos de mejorar eran opacados por sonrisas forzadas y palabras de resignación. Las disculpas se convertían en discusiones cada vez más fuertes y con menos sentido. Mi mente estaba sumamente agotada y pedía a gritos un descanso de tanto estrés y callejones sin salida.

La indiferencia terminó siendo un arma de doble filo que me permitía dormir pero que no evitó que el problema siguiera creciendo.

Llegaron los cumpleaños, el uno seguido del otro fueron un desastre bien disfrazado por la indiferencia, el alcohol y los “amigos” empeñados en pasarse un buen rato. Estoy totalmente seguro que en ambas ocasiones cada quién probó un pedazo de cielo y un bocado de infierno.

Ya hartos, agotados y sin otra salida aparente llegamos a un fin disfrazado de hasta luego.

La segunda niñez llegó de inmediato, fueron 2 semanas de alivio, no había presiones, no había discusiones, no había que darle razones a nadie; por fin pensaba en mí, en lo que yo quería y lo que me iba a hacer feliz. Hubo varias invitaciones a fiestas y reuniones a las que asistí feliz y despreocupado, no hubo reclamos… No hubo siquiera señales de vida…

La tercera semana fue cuando me cayó el 20, fue cuando realmente sentí la insoportable levedad del ser fue cuando me dije a mi mismo: “Se acabó…” y me tiré a la mierda… No podía creer que realmente las cosas pudieran terminar así, sin más.
“¿Por qué?” -Me repetía a cada instante- “Si las cosas no terminaron mal, ¿porqué no podemos ser de nuevo lo que alguna vez fuimos?”. Mis sentimientos no habían cambiado y la soledad me hizo darme cuenta lo mucho que la extrañaba y que no la quería perder.
“No puedo dejar que esto termine así” Me dije y tomé acciones para remediar las cosas.

Luego de eso quedamos de vernos al día siguiente…

Creo que nunca en mi vida había tenido una conversación más confusa, yo simplemente no pude entender las razones que escuché, los argumentos no tenían sentido. Sólo pude percibir que aquel juicio estaba nublado por el resentimiento y la ira hacia mí y hacia algo más que no alcancé a comprender. No hubo reconciliación.

Caí oficialmente en lo que ha sido la peor depresión de mi corta existencia, mis días se limitaban a hacer solo las actividades indispensables para mi supervivencia, dejé de comer, dejé de salir, dejé de hacer todo lo que me gustaba hacer, mi concentración bajó a niveles en los que no podía ni siquiera sostener una conversación con nadie. Mi atención e interés en la escuela estaban por el suelo, choqué estúpidamente el coche (por suerte no le pasó absolutamente nada), toda canción que escuchaba me ponía más triste, no podía siquiera salir a la calle pues todo me traía recuerdos, dejé de preocuparme por mi apariencia, pasé 3 días completos sin dormir y meses enteros sin una sola noche de sueño profundo debido a horribles pensamientos cíclicos sin respuesta que me atormentaban tan pronto ponía la cabeza en la almohada.

Inicié la búsqueda de respuestas en las experiencias de todas las personas que conocía, le conté brevemente mi situación a mucha gente; desde mis mejores amigos hasta perfectos extraños. Reanudé el contacto con muchas personas a las que llevaba años sin hablarles, casi todos se mostraron comprensivos ante mi situación y de cada conversación obtuve enseñanzas que me fueron ayudando gradualmente.

Aunque hacia lo posible por distraerme, durante más o menos 6 meses traje todo el tiempo en la mente el doloroso “¿Por Qué?” acompañado del amargo beso del quizá que yo mismo invitaba 2 o 3 veces al mes en forma de efímeras maneras de mantener el contacto.

Llegó el aniversario del hubiera… Nada… Ni siquiera un hola, ni siquiera la más mínima señal que me indicara que aún valía la pena esperar por algo que jamás llegaría. Fue uno de los días más negros de mi año, fue un día que simplemente pasó frente a mis ojos sin nada que lo hiciera demostrar su valía, quizá yo tampoco quería encontrarle ese valor, quizá ese valor ya ni siquiera tenía sentido, quizá fue mejor que ese día sólo hubiera silencio, quizá fue el momento que marcó el fin de mi desdicha.

Quizá fue lo mejor porque a partir de ese día las cosas fueron mejores.
Algunos meses más pasaron luego de eso, los besos amargos y los dolorosos cuestionamientos fueron disminuyendo, había aprendido mucho en el proceso y cada día me acercaba un poco más a la luz al final del túnel.

Finalmente llegó el momento donde los pretextos y las postergaciones cesaron, nervioso por lo que pudiera suceder pero firme en lo que había aprendido enfrenté a mi demonio un jueves… Tal vez era otra señal ya que el inicio y fin de este viaje habían sido marcados por ese día…

Aquel tercer y último jueves fue duro, pero menos duro que lo que había tenido que superar hasta el momento. Fue la pieza del rompecabezas que faltaba y el cierre definitivo a ese quizá que no dejaba de doler y que nunca debió plantearse.

Fue duro, sí; fue otra prueba de realidad en un año donde ésta no dejó de hacerse presente, fue la contaminación de otro lugar que alguna vez fue especial, fue la destrucción de uno de los pilares más fuertes que soportaban todo lo que alguna vez creí, fue la última desilusión, fue el último trago amargo, fue otra lección que aprender.

A pesar de que este proceso fue lo más difícil y penoso de este año, debo admitir que hubo varios momentos que lo hicieron también memorable; es más, puedo decir que quitando todo lo antes mencionado (a excepción del aprendizaje), este año fue de los mejores que he tenido.

Luego de 5 años de fanatismo irracional pude por fin ver en vivo a una de las bandas que me había prometido ver antes de morir, fueron 3 noches en las que, al menos por 2 horas, todo era perfecto otra vez, fue una descarga de adrenalina tras otra, fue cantar lo más fuerte que podía, llorar frente a innumerables extraños y brincar con energías que parecían no agotarse. Fueron 3 días que espere años con gran expectación y que jamás olvidaré.

En mi búsqueda de respuestas conocí a muchas personas que pasaron por situaciones difíciles, conocí nuevos amigos y fortalecí lazos que habían sido debilitados por el tiempo y la distancia. Hay una larga lista de amigos y amigas a quienes agradecer por haberme escuchado y entendido cuando las cosas estuvieron más feas, por haberme animado a pesar de que yo estaba encerrado en un estado límbico entre la depresión y la incertidumbre, simplemente por haberme hecho saber que no estaba solo a pesar de todo.

Me di cuenta también de amistades que no valía la pena continuar y de gente cuyas intenciones no eran las mejores para conmigo. Fue más difícil por el hecho de que me di cuenta de esto en el peor momento posible, creo que fue un modo de entender aquella frase: “Llueve sobre mojado”. Sin embargo, estas personas me hicieron valorar aún más a los pocos amigos que, como dicen por ahí, se cuentan con los dedos de la mano.

Viajé a Puebla en compañía de varios grandes amigos, una grata experiencia que merece un post aparte.

Encontré también mi primer trabajo serio, un nuevo reto lleno de gente valiosa y educada del que también he aprendido mucho con base en tiempos medidos y dolores de cabeza. En los 4 meses que llevo de trabajar ahí no ha pasado un solo día que no me diga a mí mismo: “¡Cómo me gusta mi trabajo!”.

Hubo muchas más experiencias buenas dignas de contarse, pero también he aprendido que recordar lo bueno es mucho más fácil que recordar lo malo, así este post queda como el recordatorio de una enseñanza para mí y con suerte para ustedes. Aunque también debo admitir que en este punto ya me dio hueva escribir tanto.

Termino el año siendo alguien muy diferente a aquél que estaba sentado junto a unos gringos que no parecían tener por qué brindar. Cierro este capítulo en paz habiendo perdonado todo y a todos (incluyéndome a mí mismo), no sé que traerá 2010, muchos dicen que será un año incluso más difícil que el que está por terminar, yo sé que estoy preparado y que muy probablemente no será tan malo como dicen.

Y como siempre debemos hacer cambios para bien les aviso que a partir de enero este, su blog, será renovado y traerá una nueva modalidad que aún se está cocinando pero que ya se convirtió en el primer propósito a cumplir. Así que estén pendientes.

Feliz 2010.

viernes, 18 de diciembre de 2009

¿Cómo sabes cuando es momento?

Sabes que es momento cuando simplemente decides que no puedes seguir lastimándote a ti mismo.

Sabes que es momento cuando dejas de limitar tu felicidad a efímeras pendejadas como mensajes y llamadas.

Sabes que es momento cuando has tocado fondo y te das cuenta que las frecuencias ya no son las mismas que alguna vez fueron.

Sabes que es momento cuando tú creías que ella jamás te iba a poner el cuerno y finalmente lo hizo.

Sabes que es momento cuando el dolor ha tomado un punto tan bajo que simplemente dejas de sentirlo.

Sabes que es momento cuando volteas hacia atrás y de algún modo todo lo que tu creías ya no significa nada.

Sabes que es momento cuando logras ver las cosas con perspectiva, nadie vale tus lágrimas.

Sabes que es momento cuando sin importar lo que escuchaste, cierras el libro.

Sabes que es momento cuando dejas de sufrir por una causa perdida.

Sabes que es momento cuando dejas de disfrutar el amargo beso del quizá.

Sabes que es momento cuando hiciste todo lo posible, nada quedó de tu parte y te vas sin rencor y habiendo perdonado todo.

Sabes que es momento cuando te das cuenta de que fuiste mejor persona a pesar de que hasta el último momento pensaste lo contrario.

Sabes que es momento cuando te das cuenta de que mereces algo mejor.

Es cierto lo que dicen… Al final te das cuenta de quién amó más…

domingo, 22 de noviembre de 2009

Me está pasando algo raro



Y me empieza a asustar un poco...

Resulta que desde hace poco más de un mes me he estado acordando de gente a la que por una u otra razón no veo desde hace mucho, y resulta que con todas estas personas me ha pasado que al día siguiente me entero de que algo negativo impactó sus vidas.

Sin más preámbulo les cuento las ligeramente perturbadoras historias.

Hace algunas semanas me encontraba yo en casa de mis primos hablando acerca de un gran amigo al que aprecio muchísimo, al que de ahora en adelante llamaremos Milagro.

Milagro tiene la particularidad de que hace ya algún tiempo se fue a vivir al extranjero de modo que tiene un buen rato que no lo veo, sin embargo seguimos en contacto más o menos frecuentemente; El punto es que partió de nuestro país dejando atrás una relación de más de 2 años con su novia, más no tuvo la "delicadeza" de terminar el noviazgo antes de marcharse de modo que, de alguna manera, Milagro y su novia seguían andando.

Conozco bien a mi amigo y sé también muy bien cuanto quería a su novia y lo difícil que fue para él perseguir su sueño al emigrar a otro país; sin embargo, he sido numerosas veces testigo (no protagonista) de que "Amor de lejos, es de pendejos". Más Milagro seguía manteniendo una relación por messenger. En fin volvamos a la historia.

Les hablaba a mis primos acerca de lo bien que me la pasaba con Milagro y de que su novia, a pesar de que no la conocía mucho, me caía muy bien; no pude evitar mencionar que no me parecía la mejor forma de mantener su relación, pero en fin cada quien con su vida, ¿no?.

Y al día siguiente me encontré con mi buen amigo en messenger y lo saludé preguntando cómo se encontraba.

- Sobreviviendo... Corté con mi novia hace 1 semana wey...

Obviamente le di todo mi apoyo, pues él a pesar de la distancia fue de las pocas personas que me escuchó cuando yo estuve en la misma situación y siempre estuvo al pie del cañón. Le di las recomendaciones pertinentes y ahí quedó el asunto.

Le conté a mis primos acerca de lo sucedido a lo cual Andrés (El de la historia del Mezcal Metal Fest) me respondió:

- Uuuy... Y justo estabas hablando de ella hace una semana... Q miedo...

Fue ahí donde empezó mi racha.

Semanas después se organizó una fiesta masiva a la cual asistirían muchas personas de mi prepa, razón por la cual decidí que de ninguna manera me la podía perder, pues adoré mi prepa y me iba a encontrar con gente que hacía años no veía.

La fiesta tenia además la ventaja de que una vez entrando el alcohol costaría sólo 1 peso por chela, ron, caballito, etc. Lo cual para todos nosotros además de ser una comodidad era un reto.

Era una sentencia, ninguno de nosotros saldría caminando por su propio pie de aquella peda que prometía ser memorable.

Dada la intensidad de la peda y lo mucho que prometía invité al querido pero ausente co-autor de este blog: Gil.

Invité también a Agar, otro gran amigo que veo más o menos frecuentemente en la facultad, al notificarle de la fiesta el gustoso aceptó asistir puesto que el semestre estaba ya bastante pesado y necesitaba un poco de diversión para variar.

Eso me hizo recordar que hace mas o menos 2 años este amigo sufrió de un ataque epiléptico, aquél fatídico suceso ocurrió frente a los ojos de su servidor por lo que tuve que auxiliarlo con el poco conocimiento que tenia sobre el tema, el suceso no pasó a mayores y a partir de entonces mi amigo había estado medicado para evitar que dicho episodio llegara a repetirse.

Recordé aquel horrible día luego de invitarlo y sólo pensé: "Me alegra que a pesar del estrés y las desveladas mi amigo no haya tenido otro ataque desde entonces..."

Llegó el día y nos reunimos todos 1 hora antes en cierta estación del metro, habíamos arribado todos más o menos puntuales excepto mi amigo . Le llamé para ver por qué no llegaba.

- ¿Recuerdas lo que pasó hace 2 años? Pues volvió a pasar ayer...

Al ser evidente que mi amigo no llegaría, le indiqué a los demás que emprendiéramos el camino a la peda, cosa que se vio frustrada pues otro amigo había invitado a una chica cuya mejor característica no era la puntualidad.

En la espera le comenté a Gil de lo sucedido y como a él también le había mencionado acerca de los achaques de mi amigo me recordó:

- ¡No mames! ¡Habías estado hablando justamente de eso hace un par de días!

Aunque traté de no darle demasiada importancia, me empezó a freakear bastante todo eso.

Mi más reciente experiencia paranormal, y espero la última ocurrió la semana pasada.

Manejaba yo por la colonia Del Valle cuando pasé enfrente del edificio donde vivía una amiga (cuyo nombre clave será Cafre) a la que hace mucho tiempo no veía, recordé su muy particular carácter y su afinidad a las pedas. Era la pura onda mi amiga.

Para no hacer la historia demasiado larga, ese mismo día me llamó otra gran amiga a la que llamaremos Frutsi y luego de una amena conversación le mencioné que había pasado delante del edificio donde vivía Cafre y lo que había recordado de ella.

Frutsi me dijo con tristeza: "Ahorita ella tiene un problema de salud, no sé muy bien de que se trata pero parece que es grave..."

A partir de ese momento me da miedo acordarme de cualquier persona de la que no haya sabido desde hace tiempo, comienzo a sentir una responsabilidad extraña por todo lo que está pasando a pesar de que sé perfectamente que no es mi culpa y que no puede haber relación entre mis pensamientos de añoranza y la tragedia ajena.

A ver si los que no me comentan desde hace tiempo se atreven a dejarme algo para que los recuerde...