martes, 5 de agosto de 2008

Darwinismo Neuro-etílico




Mi primer post...yay! Gil está de vuelta y notarán que estoy substancialmente más dañado que mi primo jajaja.

Vamos al grano. En mi larga carrera como borracho conocido (jamás seré un alcohólico anónimo) he comprobado empírica e innecesariamente lo que todos saben, el trago es malo para la sesera.
Hay muchos niños inteligentes, tantos como hay adultos estúpidos y le atribuyo esa debacle intelectual al alcohol, al menos parcialmente; el otro 80% de la culpa se lo doy al sistema educativo. Beber no te hará más listo, es algo tan ineludible como el plomo en los pulparindos.
Los efectos del trago no es el motivo de este post, sino realmente ahondar en el proceso de estupidificación y eximir, al menos parcialmente, al sospechoso etílico en la ecuación.

Antes de adentrarnos en el loco mundo de las células abordemos el asunto a un nivel macro. En la típica reunión social es palpable la relación directa y proporcional que hay entre el alcohol y el malcopeo; Oh si el malcopeo, ese estado de iluminación en el que tienes poderes kung-fu, eres un seductor infalible y tienes influencias políticas.

Soy de la idea de que nuestras neuronas no son inmunes a este estado de beatitud. No hay otras células afectadas, las células cardiacas con rojas y como tales todas se mueven en la misma dirección, son una buena fuerza laboral. Las células del sistema digestivo están en otros pedos y el sistema respiratorio está dispuesto a salvarte, por las malas… por eso te entrega a la ley al robarle alcohol a la sangre y mandarlo directamente al alcoholimetro.
El cerebro es distinto, es como una oficina postal, todos trabajando baja presión, hacinados, procesando las imágenes generadas por tu desquiciado subconsciente (cosas que nadie debería ver). Considerando estas circunstancias laborales concluyo que las neuronas deberían considerar seriamente el cambiar su sindicato (Tal vez estamos cerca de esclarecer los pormenores de la desaparición de Jimmy Hoffa).

En conclusión, si hay una célula en el cuerpo humano susceptible al malcopeo son las neuronas y cuando llega es una lucha de poder catártica, selección natural… piensen en las peores partes de la Biblia.
Al final de este proceso dionisiaco inevitablemente mueren algunas neuronas, cualquiera mataría por un mejor cubículo… yo lo haría. Darwin siempre tuvo razón, solo los más fuertes sobreviven pero después del conflicto las neuronas sobrevivientes no están en el mejor de los ánimos de reanudar alegremente la sinapsis.

Tus neuronas tendrán aptitudes de supervivencia… tú no.